Tango


 

 

Ariel Ardit

Por:

En el mes del amor, nada mejor que unos buenos tangos. Si son cantados por Ardit, estamos hechos.


En el mes del amor, nada mejor que unos buenos tangos. Si son cantados por Ardit, estamos hechos.

 

Con esa estampa tan porteña que ostenta, pocos dirían que Ariel Ardit nació en Córdoba. Así fue, pero su infancia transcurrió en un barrio porteño.

Quizás en ese tiempo fue cuando empezó a germinar en él la pasión por el tango. Hoy es un eximio vocalista del género, pero con una impronta de cantor de antaño, de aquellos que hacían parar el baile para escucharlo cantar.

En 1999 se unió a la Orquesta El Arranque. Durante esa etapa de su vida grabó cuatro discos con la agrupación. Se desvinculó en el 2005, y a partir de allí comenzó su carrera solista.

Su primer trabajo, Doble A, grabado solo con guitarras, produce una sensación de estar llegando a casa cada vez que se lo escucha. Su voz tiene el timbre de la época de oro y los instrumentos le dan una apoyatura gardeliana muy disfrutable. Lado B, el disco homenaje al gran Homero Manzi, conmueve por la elección del repertorio y por el empuje y la claridad de su dicción.

El año del bicentenario lo encontró armando su propia orquesta, dirigida por Andrés Linetzky.

Carismático y emprendedor, Ardit busca recuperar la importancia del intérprete de tangos, esa figura de cantor nacional que preconizaron Ignacio Corsini, Gardel o Agustín Magaldi. También intenta acercar el tango a sus espacios naturales, como los clubes de barrio.

Escucharlo es entrar a una máquina del tiempo que nos traslada a épocas felices, en donde se asistía a los bailongos para milonguear pero también para hinchar por los cantores preferidos. Esa alegría olvidada salta de golpe en el corazón al verlo a Ardit  prendido al micrófono, con su pinta de boxeador galante, su sonrisa franca y su buen decir.

El año pasado realizó un gran recital homenaje a Troilo. Este 2015 lo comienza cantando para todos los públicos durante el verano porteño.

Si todavía no lo escucharon, no tienen que dejarlo pasar. Y si son fanas, tienen que volver a oírlo. Se presenta junto al mentado Andrés Linetzky en piano, interpretando lo mejor de su cancionero.

 

Crispina Garay

 

BeBop Club. Moreno 362. Tel: 4331-3409. Sábados de febrero a las 21.

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