Instalación


 

 

Rapsodia inconclusa

Por: Fernando Arenas

La original muestra de la artista argentina Nicola Costantino, que revolucionó la 55º edición de la Bienal de Venecia, se presenta en la Fundación Fortabat, bajo un halo de mucha expectativa.


La original muestra de la artista argentina Nicola Costantino, que revolucionó la 55º edición de la Bienal de Venecia, se presenta en la Fundación Fortabat, bajo un halo de mucha expectativa.

 

En cada muestra de arte de los más diversos artistas, se puede percibir la personalidad del creador, sus rasgos psicológicos, su estado de ánimo e incluso lineamientos de su personalidad. Con Nicola Costantino esta percepción se agiganta y se profundiza de manera insospechada, se podría decir que allí hay pedazos de la artista. Literalmente pasó con su muestra Savon de Corps, donde expuso jabones fabricados con grasa de una liposucción personal, o sus muestras fotográficas, donde ella es la protagonista de diversas escenas.

Sus presentaciones son en general de gran impacto para el espectador: no se puede pasar por una muestra de Nicola con liviandad, siempre conmociona por la presencia de lo propulsivo, a la vez que conmueve su belleza intrínseca.

Esta rosarina nacida a principios de los sesenta, bajo el signo de Escorpio, posee una particular formación en las artes plásticas. A temprana edad transitó una fábrica de productos químicos, entonces conocida como Duperial, donde se instruyó en resinas y productos que le dieron conocimientos en materiales no convencionales. Su aprendizaje de la taxidermia y su afán por embalsamar seres produjo una fuerte marca en su firma.

Transitó una etapa en la que su pasión fue mostrar frisos, esferas, tubos, diversas estructuras, con infinidad de imágenes de animales nonatos.

No pasó desapercibida la propuesta de prendas de vestir con piel símil humana. Incursionó en la escultura, la fotografía, el cine, cuanto soporte encontrara para expresarse.

En el año 2013, su experiencia y calidad artística la llevaron a ser seleccionada para representarnos en la Bienal de Venecia.

Para entonces Nicola estaba poseída por una obsesión: la figura de Eva Duarte de Perón. Evita fue su musa inspiradora y produjo, para exhibir a esa mujer, una gran variedad de cruces de artes que terminaron conformando la instalación Rapsodia inconclusa: esculturas, vestuarios, cine, robots, fotografía y demás soportes y elementos en los cuales se puede apreciar su obsesión por ser ella, la misma Nicola Costantino, quien encarne a la abanderada de los humildes en las más diversas situaciones y estadios.

Esta muestra llega a Buenos Aires, es una oportunidad para seguir reflexionando con la intelectualidad de esta artista de proyección internacional.

 

Fernando Arenas

 

Museo Fundación Fortabat. Olga Cossettini 141. Del 6 de marzo al 3 de mayo.

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