Santos Vega

Por: Georgie Gandolfo

Un bar secreto, un escenario en el fondo, comida gourmet y una nueva técnica para servir los mejores cocktails.

Escondido entre los muchos edificios de Palermo, Santos Vega nos recibe en su small bar con un ambiente cálido al estilo vintage. Con discos de vinilo y luces de neón en las paredes. Aquí uno puede optar por entrar al salón general o subir al primer piso para sentarse en las mesas. En el salón principal nos encontramos con un estilo que continúa con el ambiente pero que pasa a ser más industrial, con estantes de cañería en donde reposan botellas de diversos licores, libros de música y murales enormes.

Lo que llama la atención son dos cosas: el escenario y los caños, que vienen desde arriba y bajan hasta el bar. Es acá donde está el primer pedacito de magia de Santos Vega:

Los tragos son tirados.

Tragos como el London Calling que viene con Pimm’s, té Earl Grey y mix de frutos rojos, o el Gimlet de Gin Gordon’s, lima y azúcar son preparados de manera tal que, cuando alguno de los bartenders de la noche abre su respectiva canilla, éstos bajan por su respectivo caño bronceado al vaso, siempre en la misma proporción y el trago siempre es el mismo. Recomiendo el Irish Shepherd de espumante, Tullamore Dew, Heineken, gingerbeer y Aperol, o también el Sea Breeze que viene con Smirnoff Black, pomelo y arándanos, ambos exquisitos.

El otro aspecto genial, como ya dijimos, es el escenario. Pero no solo por ser escenario, sino por lo que aparece en él. Los jueves, viernes y sábados tocan varias bandas de funk, pop y blues que dan un excelente acompañamiento a la noche y los domingos son dedicados al jazz.

A la hora de elegir algo para comer tenemos una carta con selección de ensaladas como la de Quinoa o la Caesar, fingerfoods como las Papas Rancheras con huevo mollet y guacamole o Mini burgers. También tenemos platos principales como el Pastel de Ternera o la Flat Pizza de cebolla morada, puerro, muzzarella y queso brie y los postres como el Waffle Belga con banana caramelizada con ron, helado de crema y miel de maracuyá o el clásico Volcán de chocolate.

No dejen de probar los Langostinos Crocantes rebozados con panko, semillas de sésamo y té verde con un spicydip o las Rabas New Style con palta en láminas, salmón ahumado y alioli nero di sepia, una delicia.

Para una noche en pareja, o en grupo, Santos Vega nos da una experiencia íntima, en un ambiente cálido y centrado en la música, con una excelente carta de tragos, tirados o handmade, y de comida perfecta para acompañar asegurándonos que Buenos Aires sigue innovando y que siempre hay algo agradable por descubrir.