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La película de Pablo César, en parte rodada en la India, recupera el platónico amor entre el poeta bengalí Rabindranath Tagore y Victoria Ocampo.
A Tagore se lo recuerda poco en Occidente. Pero este hombre -además de poeta, filósofo, dramaturgo, compositor de canciones populares, pacifista amigo personal de Gandhi- fue un educador. Un maestro, digno de comparar con Rudolf Steiner, Olga Cossettini o Maria Montessori.
Tenía una escuela cerca de Calcuta, en Santiniketan. En ella, las niñas y los niños aprendían juntos , sin competir, en armonía con la naturaleza, buscando desarrollar a través de la música, el canto y las letras, sus cualidades físicas, espirituales e intelectuales.
Esta película rescata esa faceta de Tagore y la desarrolla a través del breve pero intenso encuentro que compartió con Victoria Ocampo. El poeta la conoció durante una gira que lo tendría que haber llevado a Perú. Se descompuso en Buenos aires (era un hombre grande en 1924), y una joven Victoria, lectora de sus poemas, lo alojó en una quinta llamada Miralrío.
Durante los dos meses que se quedó en la quinta, se hicieron grandes amigos. Se llamaban con apodos (él de decía Vijaya), se escribieron cartas y poemas. Él admiraba su fuerte carácter, su independencia. Ella, su sencillez y su sabiduría. Se enamoraron, aunque nunca dejó de ser un sentimiento platónico.
Con mucha elegancia y unas actuaciones estupendas de Eleonora Wexler y Victor Banerjee (actor indio que trabajó con grandes como Polanski y James Ivory), el director logra conmovernos con esa historia de puro amor.
Una excelente fotografía en blanco y negro (está filmada en 35 milímetros y esa textura hermosa se aprecia y se agradece) y un diseño de vestuario muy cuidado, se le otorga un tono especial, muy plástico, a la imágenes, que contrastan con el color crudo y saturado de las escenas que transcurren en el presente, porque siempre hay un presente.
En este caso, se cuenta la historia de un profesor argentino, que trabaja en un instituto de menores y que accede a un libro de Tagore por un karma, un episodio trágico que lo mueve a dejar todo atrás y buscar su camino en la mítica escuela de Santiniketan.
Héctor Bordoni compone a ese maestro en búsqueda, acompañado por la hermosa Raima Sen Dev Varma.
Los artistas invitados son Nilda Raggi, Harry Havilio y Ariel Bonomi, con la participación de Constanza Nacarato, Jerónimo Toubes, Lucas Pose, Fabio Zurita, Bikramjeet Kanwarpal, Bratin Chattopadhyay, Chucho Fernández y Tatai Sarkar.
Todo está matizado con los poemas sencillos de Tagore.
Una refrescante coproducción que repasa una historia poco conocida. Una reflexión acerca de la manera de educar a nuestros niños y a nuestras niñas. Y un amor que trasciende credos, etnias, idiomas y palabras, que es pura conexión de la esencia. Recomendada.
Estreno en Buenos Aires: 23 de agosto.