Después de casa de muñecas

Por: Oscar Damico

Un espectáculo brillante, un mensaje actual y muy concientizador, que abre una vertiente infinita de reflexión, excelentes actuaciones.

Casa de muñecas, concebida por el dramaturgo noruego Henrik Ibsen en 1879, es considerada la primer obra de teatro feminista, feroz crítica a las normas matrimoniales del siglo XIX, manteniendo una vigencia absoluta.

Muchos han fantaseado sobre el destino de Nora, quien desea ser protagonista en su vida, en una época en que una mujer no podría vivir sin un hombre que la contenga en todos los sentidos.

El dramaturgo estadounidense Lucas Hnath construye su destino. 15 años después Nora regresa a reclamar su divorcio. El material es tal excelencia que deja atónita a la platea, cada planteo, cada giro ideológico, manteniendo un inteligente dialogo con la temática de igualdad de genero, logra exponer el tema de manera muy elevada, teniendo presente a cada una de las voces de la sociedad. Nominada a 7 Premios Tony, batió el record como la obra llevada a escena en cantidad de teatros (27) durante 2018

Paola Krum y Jorge Suarez dan una verdadera master class de actuación, posicionando este espectáculo como la luz mas alta de nuestra cartelera porteña.

Es de destacar la actuación de Laura Grandinetti, demostrando nuevamente su calidad de trabajo, al igual que ya lo ha demostrado en sus recientes Yo no duermo la siesta o en la versión reciente de Relojero, de Armando Discepolo.

Julia Calvo, continua marcando un ascenso en su profesión, con delicias de personajes que construye.

Javier Daulte, es el responsable absoluto de este universo, con tal perfección, que logra una ajustada obra de arte en la cual, cada detalle lleva su firma, pero esto se nota al salir de la sala, ya que el juego teatral es tan contundente como la realidad que se percibe. Usted no debería dejar de ver este material. 

Nota: No es necesario estar familiarizado con el clásico de Ibsen para comprender y disfrutar de esta nueva obra