Pequeñas infidelidades

Por: Oscar Damico

No es conveniente dejar dudas o preguntas abiertas cuando se cierra una pareja y esta obra lo explica maravillosamente.

La calidad está presente en el texto de Mario Diament. Se percibe en él un importante crecimiento del sentido del mensaje, dicho desde los labios de dos de nuestras grandes figuras escénicas.

El prolífero Manuel González Gil dirige este material del autor argentino residente en el exterior, al cual le imprime un significado personal, otorgándole un sinfín de situaciones por fuera del texto y en función del mismo. Con gran experticia y en complicidad con actor y actriz, sitúa una comedia en el escenario del Tinglado, con un final inesperado.

La dupla compuesta por el actor Horacio Peña, quien formó parte de la obra Decadencia, donde componía a una pareja junto a Ingrid Pelicori, representando este éxito dirigido por Rubén Szuchmacher desde hace tantas décadas, es acompañado en escena por la gran actriz Marcela Ferradás, quien también se presenta con otro gran suceso en la obra El padre, donde comparte escena con Edgardo Moreira en el teatro La Carpintería.

Ambos producen un trabajo actoral que se transforma en una verdadera ceremonia, el encuentro en escena es de tal perfección que la platea deja de percibir el evento teatral para ser protagonista de un acto de voyeurismo  en el particular encuentro de dos personas que estuvieron unidas pero que en su separación dejaron puntos no muy claros.

A lo largo del relato y de manera casi gentil, va surgiendo desde lo más profundo de sus almas, todo lo que quedó en el tintero. Y es aquí donde radica la excepcionalidad de las actuaciones, el modo con el que van desgranando un pasado lastimoso, transformándolo en un amable presente, circunstancia que potencia el texto de Diament, dándole una potencia brutal al inesperado final. Este tipo de eventos artísticos, donde uno comprueba que el arte está atado o conectado con lo Supremo, hay que verlo por el compromiso que tenemos con nuestra propia alma y su bienestar.