Todo piola

Por: Lucho Gutiérrez

Nuevamente la poesía de Tarrío se presenta de imprevisto, mostrando partes o sectores de nuestra cotidianeidad a la que le incluye su estratégica metáfora.

Podría dar referencias de Gustavo Tarrío, con trabajos como 3ex con dirección de Moro Anghileri, que hace mas de quince años traía un nuevo aire a nuestro estilo teatral, pasando por Dorisday, El cristal en espacios institucionales o Groenlandia con Damián Dreizik, por citar algunos de sus aciertos. Pero solo basta con ir a ver Todo piola en una trasnoche para entender la calidad poética de su pensamiento.

Con un dispositivo escénico completamente vacío, muestra una fábula que narra el encuentro entre dos seres, la atracción por el igual, la seducción. Delata la importancia del vínculo, el cuidado de la relación y para esto se vale de escenas que van desde lo onírico a la tensión física.

Todo piola está inspirado en un poema de Mariano Blatt, que reconstruye en el hacer con el intérprete Eddy García, quien junto a Carla Di Grazia trasmiten la hipnótica liviandad de sus cuerpos, en movimientos diseñados por Virginia Leanza, expuestos como joyas en el infinito espacio escénico que propone Agnese Lozupone, espacio que ella ocupa por el objeto luz en un inteligente diseño para dar forma a un sinfín de climas y espacios. A todo esto se le suman las canciones y la voz aterciopelada de Guadalupe Otheguy, quien se destaca especialmente como intérprete vocal. Atractiva e imperdible propuesta.