RECOMENDADOR DE ARTES Y ESPECTÁCULOS

Heladería

Cadore

Por: Luis Enrique Medina

Vivir en Buenos Aires tiene infinidad de privilegios y es un pecado no disfrutarlos. En ningún otro lugar del mundo está Cadore.

Al hacer esta recomendación, sé que me estoy dirigiendo a un pequeño grupo de lectores: la gran mayoría de los porteños ya conoce esta magnífica heladería y seguramente también es de los que la recomienda.  

Hablar de la infinidad de premios que Cadore posee a nivel nacional e internacional me dejaría sin espacio para resaltar los galardones que reciben sus dueños Mingo y Gabriel de infinidad de fans que se presentan diariamente para deleitarse con las exquisiteces que ellos preparan a lo largo de todo el año. Un helado de Cadore no solo se toma en verano, es un rito después de disfrutar de un espectáculo en el circuito comercial, cuando se va al centro y se está cerca de Avenida Corrientes y Rodríguez Peña. Infinidad de comensales reemplazan el postre por este helado después de una cena en los tradicionales restaurantes de la zona. Sea con frío o calor, el mítico sabor llama a las papilas de los adeptos al buen vivir.

Ser cliente de tantos años me da la autoridad para develar secretos, que fui descubriendo a lo largo de mi vida. Lo que producen se coloca en el mostrador, no poseen un espacio de almacenamiento a bajas temperaturas, ya que ese proceso requeriría una fórmula con conservantes o aditivos y sería un sacrilegio para ellos o simplemente formaría un oxímoron con el mayor responsable de la calidad de los helados, que es la mercadería que usan.

La fascinación que me produce degustar estos sabores, logra que sea un asiduo cliente, este hecho derivó en una confianza que me ha permitido conocer la pulcra trastienda y ver los bloques de primera calidad de chocolate cobertura al 90% con el que se prepara uno de mis sabores preferidos, el Chocolate amargo; Los atados de chauchas de vainillas para ese sabor; he visto en ebullición las grandes ollas cuando hacen el dulce de leche casero que se usa para uno de los néctares mas solicitados; las bandejas de frutillas, duraznos; pilas de ananás; los pistachos para otro de mis preferidos; el celo con el que eligen cada componente, los litros y litros de leche de primera calidad o la frescura de los huevos. Cada uno de los sabores está compuesto por productos naturales de primera calidad y ese es el secreto menos guardado del lugar, ya que están a la vista.

Además de la infinita lista de sabores tradicionales, han generado algunos alternativos que ya son clásicos, como la Crema Chai, una reproducción de milenario té oriental que es una delicia, que además de tomarlo in situ, es fantástico para acompañar cakes de postres; o el sabor a Naranja con jengibre que ya es una tradición en mi casa, para mezclado con champagne. Recientemente apareció el sabor a Panettone y en poco tiempo se hizo de gran popularidad, una sugestiva delicia que no se debe dejar de probar.

Comprendo que piense que soy fanático de esta heladería, mi trabajo es degustar, conocer sabores creados por artistas culinarios, he visitado la mayoría de las heladerías que van desde las afamadas cadenas a los solitarios  alquimistas, que hay muchos y de gran calidad, en esta maravillosa ciudad que posee una prestigiosa fama mundial creada por generaciones de maestros heladeros, pero recomiendo Cadore

Cadore

Av. Corrientes 1695. Delivery:4374 3688 / 4373 9797.

heladeriacadore.com.ar