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Porteña

La Brasería

Por: Luis Enrique Medina

Lograr una selección de los mejores lugares de nuestra gastronomía, requiere un conjunto de características que van más allá de la obvia calidad de la carta.

 

La Brasería posee una magia dada por el diseño de atención. Un fantástico anfitrión recibe a cada comensal. Rubén lo orienta en todo lo que necesita con una franca sonrisa, sonrisa que se repite en cada uno de los mozos y en aquellos que trabajan en la producción de los platos. El acogedor salón de diseño muy especial, emana un característico aroma a espinillo, resultado del proceso de cocción de la parrilla que es alimentada con leña mezclada con hojas secas de esta acacia para lograr el interesante sabor ahumado de las carnes. La carta está encuadrada dentro de lo que llamamos comida porteña, muy completa, basada en carnes rojas a la parrilla, pescados, pastas, arroces y alguna minuta. La calidad de sus platos de autor y la presentación es superlativa.

Podría aconsejar algunos sabores que cautivan mi paladar. La entrada: Burrata italiana con Prosciutto, rúcula y parmesano, un manjar de dioses. El punto exacto en que hacen las mollejas. El punto jugoso en que sirven el Baby Beef, que tiene 700 gramos de bife de chorizo, que queda crocante por fuera y jugoso por dentro, con papas fritas a caballo. Las Texas BBQ Ribs, ribs de cerdo ahumadas a fuego lento con salsa barbacoa y papas fritas. La tabla de carnes con entraña, matambre de cerdo y tira con ensaladas. Tienen Pacú, un pescado de río muy característico de nuestras aguas, es para compartir.

Hacen un exquisito salmón rosado grillado a la parrilla adobado con mostaza dulce y puré de batatas. En pastas, los Ravioles patagónicos, de cordero, ricota y parmesano con crema de hongos y los Sorrentinos de Amalfi, de masa negra rellenos de salmón, ricota y ciboulette, con crema de azafrán y camarones, una delicia. Cada opción de la carta es maravillosa, para los mas pequeños una sana alimentación y deseada por ellos.

La hamburguesa del lugar es ¡tremenda!, la sirven con papas fritas rociadas con aceite trufado para educar paladares.

La carta de vinos es de un diseño muy cuidado, hay etiquetas de gran calidad a precios de interés, las opciones de los corpulentos Malbec o Cabernet Sauvignon contrastan con vinos más suaves como las nuevas tendencias a los rosados, elegidos por la juventud que visita mucho este lugar.

A la hora de los postres, la estrella es el Flan casero y el Budín de pan, pero soy fanático del Mongo Cookie, una galleta gigante de Oreo rellena con helado de crema bañada en salsa de dulce de leche que es para compartir, como aconsejó Miguel, el simpático mozo fanático del Rojo. Entre las últimas novedades, sobresalen las Oreo Bites, unos buñuelos con masa de panqué que al cocerse logran una temperatura cálida y suave en el interior y una textura crujiente en el exterior, se sirven junto a una crema de dulce de leche fría.

Manjares de Núñez, una felicidad para disfrutar en el gran salón o en las mesas al aire libre, a un costo moderado. Más que recomendable.

 

La Brasería

Quesada 1701. Martes a domingos de 12 a 15 y de 20 a 00.15.