The Pick Market

Por: Luis Enrique Medina

Un paraíso de sabores que llegó para quedarse en distintos puntos de la ciudad.

Es un concepto similar a lo que funcionaba antiguamente como almacén con despacho de bebidas y bar, de los que tanto se han restaurado en los últimos tiempos. Aparece esta cadena con características de estilo gourmet, con la salvedad de que tanto en los productos del mostrador como en las mesas, posee precios muy acomodados.

Hay una excelente calidad en el despacho y esta característica hace que la carta de mesas tenga una gran variedad con propuestas muy tentadoras.

La generosa oferta de distintos fiambres está a la vista en grandes conservadoras que permiten identificar su procedencia, aquí se encuentran productos casi extinguidos y otros de difícil localización.

La sección quesos está dividida en tipos de leches, las vacunas están representadas por los tradicionales, estos en su versión con hierbas; también están los clásicos regionales y los de autor. Algo similar ocurre con los de cabra y otras variedades más excéntricas. Los envasados poseen su estrella de la fama ya que es tan extensa la variedad como distinguidas su marcas y procedencias. Reitero que los precios son como en los comercios del rubro tradicionales e incluso más económicos en muchos casos.

Estas características en la adquisición de la mercadería recae en las porciones y propuestas de las mesas.

Si hablamos de características de servicio, es más un bar que un restaurante. En lo que a picadas se refiere, mi preferida es la de Burrata: la mágica bola láctea, la sirven con jamón serrano, oliva, tomate, albahaca y pimienta, con esta comen tres y tiene un costo de $300. Quiero aclarar que es una carta muy mediterránea y el secreto de esta comida es la calidad de los productos que se emplean. La Francesa viene provista de brie, morbier, queso azul, crottin provence, salmón, salame, queso crema con ciboulette y paté casero. Por un costo apenas superior. Y así están La Suiza, Criolla, Italiana, Española y  Salmón. También es muy recomendable la degustación de quesos en sus distintas presentaciones y acompañados con panes realmente estupendos: como es reconocido, el crujir de las cáscaras determina su excelencia.

Hay una creativa variedad de ensaladas, que por su abundancia son para compartir, al igual que la sección de Tapas para acompañar alguna etiqueta de la infinidad que visten las paredes del salón.

En materia de sándwiches, mis preferidos son el de mortadela o el de jamón serrano, debo admitir que son preparados con tanta pasión que no sabría con cuál quedarme a medida que los voy degustando en las distintas visitas a los lugares que posee la franquicia.  Por cierto, ya son muchos y seguramente hay alguno a su alcance. No dude en acercarse y probar.