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Comedia

Los hermanos karaoke

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Después de pasar por el BAFICI, llega a la cartelera esta divertida y reflexiva película del Colectivo Cine Humus.

Mía y Simón son dos cantantes de covers que se presentan en cumpleaños, bodas y eventos. Deben viajar hacia un pueblito de la Patagonia para cantar en la cena show de la noche de Navidad. El hotel les sale muy caro así que deciden acampar en un misterioso bosque, en donde los sorprende un hombre que camina descalzo sin miedo a pincharse los pies. Es Alan, un enigmático chamán dispuesto a compartir sus inquietantes verdades.

Esta sería la sinopsis de Los hermanos karaoke, largo independiente del Colectivo Cine Humus, compuesto por Agustín Gregori, Bernardo Francese e Ignacio Laxalde.

El desarrollo es ingenioso, divertido, y propone una crítica desopilante a los valores de esta sociedad de consumo. También denuncia la confusión de nuestros  tiempos de manuales de autoayuda, el conflicto entre el arte y el lucro, la ecología versus el mundo capitalista.

Y todo a fuerza de chistes visuales y sonoros (muy buena la banda de sonido, a cargo de Francese) y una tríada de protagonistas que la rompe con cada gesto: Maru Zapata, Agustín Gregori y el propio Bernardo Francese.

La fotografía, a cargo de Pablo Díaz, instala una atmósfera apastelada, brillante, casi de video de karaoke chino, al igual que las gráficas y el diseño de vestuario.

Hay algo sin embargo amenazante bajo esa aparente tranquilidad. Los personajes deberán decidir sus filosofías de vida.

Hay un héroe secreto, un cambio de roles y una interesante vuelta de tuerca en el guión que dejará pensando a más de uno, más allá de las risas.

La música original, a cargo del multifacético Francese y Pablo Viltes, termina de redondear una película sorprendente y original, una forma nueva de contar las desventuras del arte y lo desprotegidos que están los seres sensibles ante un planeta devastado por la codicia.

Los hermanos karaoke se hizo con el único apoyo del subsidio para estreno del Fondo Metropolitano de la Cultura, las Artes y las Ciencias.

Su formato casi lúdico y su trama que siempre avanza, nos hacen recomendarla, avisando sin traicionar que se trata de cine de experimentación, pero sin descuidar al espectador, porque se disfruta  como un sorbo de agua fresca.

Estreno en Buenos Aires: 6 de abril.