Suite Chejov

Por: Atilio Tustali

Una y otra vez llegan estas caricias a nuestro espíritu, esta manera de percibir la presencia sanadora de la poética en el teatro

 

Antón Chéjov (1860-1904), este médico comprometido con el bienestar de la población de su tierra, devenido en cuentista, poeta y dramaturgo, uno de los máximos de la literatura universal, también experimentó compromiso con el humanismo. Compromiso que lo llevó a difundir un pensamiento tan altruista como de simple interpretación para despertar la mente del ser mundano de la época en que vivió.

La directora Helena Tritek, como los obstinados buscadores de pepitas de oro, investigó en apuntes de trabajos, escritos, anécdotas y cartas, desde sus veinte años hasta el final de sus días, reconstruyendo en segmentadas y potentes escenas una época, al hombre, sus deseos, miedos, su gran amor, enfermedades y sobre todo esa pulsión que en tan corta vida logró tanta producción en ambas facetas, como él llamaba a la medicina, su esposa y a la literatura, su amante.

Con la delicada fuerza con la que una abeja construye un panal y produce miel, Tritek construye esta dramaturgia y produce sensibles artistas para que representen esos fantasmas y duendes que habitan sus puestas tan minuciosas. En esta oportunidad el elenco está formado por Milagros Almeida, León Bara, Alejandro Giles, Junior Pisanu, Carlos Ponte, Silvina Quintanilla, Magali Sanchez Alleno, Jorge Sánchez Mon, Carolina Solari, Rolo Sosiuk y Santiago Vicchi con interpretaciones que nos llevan de viaje a la Rusia de entonces y nos dejan máximas del autor.

 “Lo más sagrado es, para mí, el ser humano, la salud, la inteligencia, el talento, la inspiración, el amor y evitar la violencia y la mentira en cualquiera de sus formas. Este es el programa que me gustaría seguir si fuera un gran artista”. A. Chéjov

Un hermoso paseo, con poesías, canciones, música y con el constante deseo que nunca concluya. Imperdible.